Mira que eres borde,
querida Susana,
deja a las hormigas
que van a su casa,
¿no ves cómo curran?
llevan las miguitas
que se te han caído,
cáscaras de pipas
más grandes que ellas
y un montón de chuches
que mira que pesan.
En su hormiguero
la despensa llena,
cada cosa nueva
en una alacena,
así nunca falta
algo para cenas.